En este artículo exploraremos las ventajas del secado y almacenamiento de almendras en silos para cumplir con los estándares de calidad exigidos por los mercados.

El cultivo de almendras se ha convertido en una opción rentable y demandada en la actualidad. Sin embargo, para garantizar la calidad del producto y cumplir con los estándares de los mercados, es esencial prestar especial atención a los procesos de secado y almacenamiento post-cosecha.

Aspectos generales del secado y almacenamiento de almendras

Secado. El proceso de secado de la almendra es crucial para su conservación y almacenamiento. Se inicia con el despalillado y venteo de la almendra, seguido por la despellejadora.

Es necesario reducir el nivel de humedad a un 5-6% para garantizar condiciones sanitarias y de conservación óptimas durante el almacenamiento. Tradicionalmente, el secado se realiza al sol o en naves, pero es importante evitar una humedad relativa superior al 65% y una temperatura media de 25°C.

Almacenamiento. Una vez que la almendra está seca, se apila en montones para su almacenamiento. Es fundamental mantener condiciones ideales, como pulcritud, montones ligeramente inclinados (para permitir la disminución de la humedad) y una buena ventilación. La humedad relativa debe ser inferior al 65% y la temperatura debe oscilar entre 10°C y 15°C.

Si no se mantienen las condiciones adecuadas, pueden surgir problemas como la aparición de gusanos o incluso hongos, que representan un riesgo para la cosecha. El hongo Aspergillus spp, por ejemplo, puede colonizar rápidamente una gran cantidad de almendras mal secadas y producir aflatoxinas, sustancias peligrosas para la salud. Además, la almendra puede enranciarse debido a la humedad y al calor. Por lo tanto, el secado debe realizarse en un lugar ventilado y seco.

Sin embargo, tanto el secado como el almacenamiento descritos anteriormente implican una gran cantidad de trabajo, mano de obra y un control constante para garantizar que el producto llegue al mercado en condiciones óptimas y sin pérdidas de producción. 

Ventajas del secado y almacenamiento de la almendra en silos

El secado de la almendra en silos es uno de los sistemas más eficientes que existen en la actualidad, en comparación con el secado al sol o en naves. Estas son algunas de las ventajas más destacadas:

  1. Eficiencia: No requiere grandes espacios ni mano de obra abundante. Una sola persona puede operar una planta de secado y almacenamiento.
  2. Control del proceso: Permite un control más eficiente sin depender de influencias externas, como la climatología.
  3. El aporte constante de calor acelera el secado y evita la contaminación del producto, garantizando su almacenamiento en óptimas condiciones.

Cómo funciona un silo de secado de almendra

Para maximizar el rendimiento del silo de secado, es necesario ajustar sus dimensiones según la capacidad de producción de pelado en la planta durante las horas de trabajo. Este tipo de silo se eleva sobre patas y tiene un cono metálico inclinado a 45º.

En su interior, se instala un tobogán de descarga para evitar la rotura de las almendras al caer, junto con un contracono completamente perforado que cuenta con una conexión para la entrada de aire. Este contracono permite una descarga del producto siguiendo el principio FIFO (lo primero que entra es lo primero que sale).

Se acopla un ventilador centrífugo al tubo de conexión, el cual está conectado a un generador de aire caliente. Este aire caliente atraviesa el contracono, lo que resulta en el secado de las almendras.

En el techo del silo, se incorpora un extractor de aire para evitar la condensación en el interior y expulsar el aire caliente sobrante.

El tiempo de secado puede variar, ya que depende de la humedad inicial del producto y puede oscilar entre 8 y 10 horas.

Silo para el almacenamiento de almendra

El silo, sin duda, es la mejor opción para el almacenamiento de almendras y otros frutos secos debido a las ventajas que ofrece en términos de conservación y manejo.

  • Permite una fácil ventilación y, en caso necesario, un control de temperatura (lo cual es más complejo y costoso en una nave).
  • Requiere un espacio mucho más reducido en comparación con otros sistemas de almacenamiento.
  • No se producen pérdidas del producto debido a roturas o roedores, entre otros factores.
  • Garantiza siempre la calidad del producto para su posterior venta o manipulación.
  • El manejo y los costos de mano de obra son inferiores en comparación con los métodos de almacenamiento convencionales.

El silo metálico es una inversión acertada si nuestro objetivo es obtener un producto de calidad que cumpla con los estándares exigidos por los mercados.

Más información sobre el secado y almacenamiento de frutos secos en silos y proyectos relacionados a nivel mundial: Almacenamiento de frutos secos en silos

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