Recomendaciones para el almacenamiento del trigo en un silo metálico.

La adecuada realización de todos los procesos que intervienen en el manejo post cosecha de granos y oleaginosas, que comprende su almacenaje, transporte y acondicionamiento posterior a la cosecha, es esencial para mantener al máximo su calidad.

Una adecuada conservación es esencial, ya que el deterioro durante el almacenaje puede ser muy rápido debido a los efectos de la respiración de los propios granos y, principalmente, al desarrollo de hongos e insectos que proliferan fácilmente al encontrarse con condiciones óptimas de humedad y temperatura.

Los diferentes cereales requieren condiciones específicas. En el caso del trigo, para que se mantenga en condiciones óptimas durante su almacenaje es necesario controlar principalmente estos 3 factores:

  • La inocuidad de los granos (residuos de insecticidas y presencia de micotoxinas), una condición necesaria para asegurar la seguridad alimentaria.
  • Necesidad de segregar por calidad.
  • El efecto del secado sobre la calidad del trigo. Hay que controlar que las proteínas del gluten no queden dañadas por las altas temperaturas del secado, de lo contrario, el proceso es irreversible.

MANIPULACIÓN POSCOSECHA DEL TRIGO Y SUS EFECTOS EN LA CALIDAD

Los principales procesos que intervienen en el manejo post cosecha del trigo son limpieza, almacenamiento, aireación, secado y control de plagas. Si todos estos procesos se realizan de manera adecuada conseguiremos mantener al máximo la calidad del trigo.

LIMPIEZA

Antes del almacenamiento, y para eliminar las impurezas que acompañan al trigo (granos de otros cereales, piedras, paja…), tiene lugar la limpieza del cereal a través de las prelimpias. Este proceso deja más espacio para el almacenamiento de mayor cantidad de cereal, deja el trigo limpio, se mezcla mejor y mejora su conservación.

ALMACENAMIENTO

Los hongos y los insectos son los principales responsables de la pérdida de calidad del grano durante la postcosecha. Para reducir los daños que ocasionan hay que generar condiciones desfavorables para su desarrollo y el control de la humedad relativa es una de las condiciones a tener en cuenta.

Cuando la humedad relativa del espacio intergranario es menor del 67%, la condición de almacenamiento es segura, ya que el desarrollo de los hongos se produce a partir de 71%.

Fuente: ASAE, 2001

El contenido de humedad de equilibrio determina la humedad a la que un grano puede ser secado bajo condiciones particulares de humedad relativa y temperatura del aire de secado.

Para monitorear las condiciones de almacenamiento de los granos utilizamos la termometría, tecnología que nos permite detectar los incrementos de temperatura con una medición periódica y corregirlos mediante aireación evitando daños en el grano.

Guía para elegir el sistema de almacenamiento más adecuado

Aunque hay una amplia variedad de sistemas de almacenamiento de grano, los más populares son los silos metálicos, los silos de hormigón, las naves y los silos bolsa, entre otros.

Características de los principales sistemas de almacenamiento

Los silos metálicos de chapa galvanizada son hoy día la mejor alternativa para el almacenaje de cereales gracias a su versatilidad, fácil montaje, higiene en la manipulación y bajo coste de almacenamiento.

AIREACIÓN

La aireación mantiene la calidad de los granos durante el almacenaje debido al movimiento forzado de aire ambiente que se produce a través de la masa de granos.

Este proceso nos permite:

  • Mantener lo más baja posible la temperatura del grano favoreciendo de esta forma el almacenamiento prolongado.
  • Mantener una temperatura uniforme evitando focos localizados de humedad en el granel (silo).
  • Secar puntos concretos de humedad. Para ello es necesario un tiempo prolongado de funcionamiento y un adecuado caudal de aire. El secado del trigo con aire natural es más difícil que el otros granos como la soja o el girasol.

La aireación evita el riesgo de desarrollo de insectos en los granos secos ya que estos se desarrollan a altas temperaturas (entre los 25º y 33º). El objetivo es mantener el producto a menos de 25º – 17º, ya que los insectos interrumpen su desarrollo y se reduce la actividad de los hongos.

Para evitar el calentamiento del grano hay que utilizar frecuentemente la aireación para mantener la temperatura en sus valores correspondientes. Debemos tener la precaución de no almacenar el trigo húmedo, ya que la actividad biológica eleva la temperatura del producto.

Un buen uso de la aireación evita el sobresecado excesivo. Para ello, se puede instalar un control de aireación automático que aproveche las mejores horas del día.

Cuando no se pueda enfriar el grano con el aire ambiente, ya sea por la estación del año o por la zona geográfica, es necesario utilizar la refrigeración artificial, la cual enfría el producto a través de equipos frigoríficos que transforman el aire ambiente y lo introducen en el silo a una temperatura inferior a la ambiental y permite, además, controlar el contenido de humedad en el aire, evitando de esta forma el sobresecado o el rehumedecimiento.

SECADO

El secado es el proceso que reduce el contenido de humedad del grano hasta un nivel seguro para el almacenamiento.

La calidad final del grano puede verse afectada por varios parámetros del proceso de secado:

  • Temperatura excesiva del grano dentro de la secadora.
  • Tiempo de exposición prolongado a altas temperaturas.
  • Elevada tasa de secado y/o elevada tasa de enfriamiento (enfriado rápido).

El tipo de daño a la calidad dependerá

del grano y de su uso final. En el caso del trigo, si las proteínas del gluten quedan dañadas por las altas temperaturas del secado el proceso es irreversible, por lo que se recomienda que la temperatura del grano nunca exceda los 43º dentro de la secadora.

CONTROL DE PLAGAS

El desarrollo de microorganismos e insectos influye negativamente en la calidad del grano almacenado y puede causar graves pérdidas cualitativas como:

  • Reducción de peso del grano.
  • Aumento del porcentaje de granos dañados.
  • Disminución del poder germinativo de las semillas.

Para prevenir la infestación, las principales recomendaciones son:

  • La limpieza de la planta.
  • El tratamiento de la instalación vacía antes de recibir la nueva cosecha
  • El enfriamiento de los granos por medio de aireación o refrigeración.

La prevención debe realizarse de forma sostenida en el tiempo: antes, durante y después de la llegada del grano al silo. Una monitorización constante permitirá tomar la mejor decisión en el momento adecuado.

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